jueves, 29 de noviembre de 2012

Empleado del Mes Jesús Quijada Hernández

Aunque cada vez van siendo más esporádicas las entradas del blog, eso no significa que se haya cerrado. y aunque lo hubiese hecho, esta sería una ocasión par reabrirlo.

No se puede consentir que en un pais democrático se amenace a la libertad de expresión, ni con la "pena de banquillo", menos aún, cuando se usa la maquinaria de una entidad, asociación, organismo, sindicato, partido... y las costas no las paga uno de su bolsillo.

Por ello, reproduzco como otros muchos blogs la siguiente entrada:

La libre expresión del pensamiento crítico no es un lujo, es una necesidad

A nadie se le escapa que vivimos momentos grises. No solo porque la coyuntura económica es del todo desfavorable, sino porque los mediocres triunfan y la libre expansión del pensamiento es cada vez más difícil. Todo atisbo de crítica es vivida como un ataque a la necesaria unidad para superar la crisis y toda representación irónica de la realidad es tachada inmediatamente de ofensiva.

El uso de las redes sociales, y especialmente de los blogs, se propagó en nuestro país con la promesa explícita de constituir un paraíso para la divulgación abierta del conocimiento y las opiniones libres. Sin embargo, en los últimos años parece que esta idea está perdiendo fuelle. Cada vez resulta cada vez más difícil encontrar tribunas verdaderamente independientes y críticas donde fluyan e intercambien sin barreras pareceres y discursos variopintos sin que ésto suponga agravios o se alimenten recelos.

Saludyotrascosasdecomer nació hace 4 años, en el otoño de 2008. Han pasado por él 11 plumas (¿o podríamos decir más bien “teclados”?) diferentes, y con 1317 entradas es uno de los blogs con más solera de la blogosfera sanitaria española. Uno de sus espacios más emblemáticos, el título de “El empleado del mes”, ha distinguido puntualmente a 31 figuras destacadas del panorama sanitario, social y político de todo el planeta, siempre con sorna y sana intención crítica. Entre ellos a ex-ministros como Bernat Soria y Trini Jiménez, expresidentes de CCAA como Esperanza Aguirre y Fernández-Vara, así como a la plana mayor del Servicio Extremeño de Salud (gerentes y varios directores y subdirectores incluídos). No faltó a la cita la  mismísima directora de la OMS, el virus de la gripe A ni el propio papa Ratzinger. Todos han acogido los premios con deportividad, o al menos no tenemos constancia de lo contrario... Sin embargo, el gris y desalentador panorama han mermado la mordacidad e irreverencia del blog en los últimos meses. Pero ha sido precisamente el último premiado con el distinguido título de empleado del mes el que ha terminado de dar la puntilla al blog que tuvo el honor de glorificar su figura.

Hace ahora justo un año tuvo lugar en Plasencia la representación de una obra de teatro, adaptación de “Knock y el triunfo de la medicina”. La iniciativa fue realizada íntegramente por profesionales sanitarios desde el principio hasta el final, sin un euro de presupuesto y siempre fuera del horario laboral, y fue un rotundo éxito en todos los sentidos. Se trata de una sátira de los procesos de medicalización de la vida aderezado con un fino humor francés. Pero no todos supieron captar la esencia de la obra ni sus sutiles ironías; de hecho, un delegado sindical trató por todos sus medios parar la obra antes de su estreno. Dicha actitud fue merecedora, como no podía ser de otra manera, de un nombramiento unánime de “Empleado del mes”. Pero dicho galardón no ha sido del agrado del agraciado, el cual, un año después, no sólo ha devuelto el título, sino que ha amenazado con tomar acciones legales en caso de no retirar la entrada, rechazando incluso una oferta de réplica pública sin censura. Tales presiones, en un contexto de percepción de ausencia de la suficiente libertad como para seguir por la línea de mordaz humor, han desencadenado el cierre de saludyotrascosasdecomer.
Se trata de un hecho puntual que afecta a un solo blog, cierto; la desaparición de un blog libre no es nada, cierto. Muchos pueden pensar que es solo un mal menor, que hay cosas que están pasando que son mucho más importantes y trascendentales. Cierto. Pero no podemos permitirnos que haya quienes consideren que pueden tener la capacidad de corregir, reprobar o  impedir la libre expresión, ya sea ejercida a través de un blog o de una obra de teatro o de un artículo de prensa, y que todos los que le rodean se lo permitan, o lo jaleen o sencillamente miren para otro lado. No es ningún lujo poder tener independencia para pensar y poder expresarlo, con humor, ironía y sentido crítico. Es una necesidad. Una sociedad moderna que aspire a disponer de un capital social rico debe cuidar, y no perseguir, a los que contribuyen a nutrirla de sana capacidad de reírse de ella misma y de construir ideas que permitan elevarla intelectualmente. Los que firmamos esta tribuna compartimos esos ideales. Por eso estamos aquí, visibles, y despiertos.

Gracias.


La entrada desencadenante del cierre de saludyotrascosasdecomer:


Empleado del Mes Jesús Quijada Hernández


Termina un mes de noviembre con muchos cambios en lo político y en dónde nadie parece estar donde estaba principios de mes.
Precisamente  cuando se empieza a escuchar cada vez más  la posibilidad de incluir un copago en sanidad, en dónde los despidos son el pan de cada día... Suponemos que estos tiempos tienen que ser de mucho trabajo para los sindicatos que deben de estar negociando, arrimando el hombro y dejándose las pestañas para conseguir sostener un sistema que es de los más eficientes del mundo, de los más universales y sostenibles aunque algunos se empeñen en todo lo contrario.

También es el mes en donde un grupo de profesionales de la sanidad del Área de Salud de Plasencia,  ha llevado a cabo un proyecto ilusionante que pretende educar en salud a la comunidad a través del teatro, y que se estrenó el pasado 19 de noviembre, con el Teatro Alkazar placentino lleno hasta la bandera y con  los espectadores aplaudiendo a rabiar. Ni que decir tiene que todos los actores son profesionales sanitarios, que para la gran mayoría de ellos era la primera vez que se subían a las tablas y que cada uno de ellos participó echando horas, ilusión y ganas  que no se pagan en la nómina de fin de mes.
Pues bien don Jesus Quijada, sindicalista de pro de la UGT, se empeñó hasta el último momento en impedir que la obra se celebrase, porque, por lo visto, pensaba que era ofensiva para los médicos.
Por todo ello, y porque si Pablo Iglesias levantase la cabeza le daría un poco de vergüenza que un sindicalista del sindicato que él fundó se dedique a intentar censurar obras teatrales, como si fuese un vulgar censor de los de otros tiempos. Saludyotrascosasdecomer ha decidido por unanimidad nombrar empleado del mes de Noviembre a don Jesús Quijada Hernández.

10 comentarios:

Mayka dijo...
Creo que hay una errata en la entrada. Sindicauto en vez de sindicato.
Un beso!
Arantxa dijo...
Creatividad significa cuestionar lo establecido, buscar nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Y libertad para expresar, compartir esfuerzo, ilusión y otras formas de ver las cosas. Censura??. Él mismo se "censura" con su censura. Empleado del año, o del milenio.
Luz dijo...
¡Qué pena!No comprendo poqué las personas valiosas siempre tienen que tener un entorno inmaduro y destructivo.Qué pena...
Anónimo dijo...
Me parece que os habéis pasado tres pueblos. Creo estáis manipulando lo que realmente pasó. En ningún momento ha habido censura. Que ganas de sacar las cosas de quicio y buscar enfrentamientos.Yo tampoco estoy de acuerdo con la obra de teatro, pero se ve que hay mucho tiempo libre y dinero para lo que interesa...
Antonio Villafaina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Villafaina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Villafaina dijo...
Estimado anónimo!
Aclaro varios puntos, ni las Vi jornadas de UAM ni la obra de teatro han costado un duro al servicio extremeño de salud, TODOS los actores han actuado por amor al arte, nunca mejor dicho. Y han gastado horas de su tiempo libre para llevar a cabo un proyecto ilusionante, que pretende educar en salud.
Hubo intentos serios de impedir que la obra se celebrase. A eso en mi pueblo se le llama censura, usted puede llamarlo como quiera.
Nadie quiere sacar las cosas de quicio, ni buscar enfrentamientos, en este blog colaborativo tenemos costumbre de nombrar empleados del mes cada mes, creemos y defendemos la libertad de expresión, hasta el punto de permitir comentarios anónimos.
Por lo demás quizá tenga razón en que más de un sindicalista tiene demasiado tiempo libre...
Un saludo
Pd. Es cierto parece que tendremos que pasar mas de tres pueblos, nos están llamando desde distintos puntos de la geografía para volver a representarla.
Pd1. Parece que este tercer comentario entra, aclaro que los otros dos que aparecen suprimidos son del que escribe yno están censurados sino borrados por error.
Enrique Gavilán dijo...
Leí la obra de teatro hace tiempo. No he interpretado nunca que en la obra se hiciera "crítica a la profesión médica", sino a determinadas prácticas profesionales (que pueden ser lo mismo aplicadas a la medicina o a la abogacía o a cualquier otra). En cualquier caso, se critica la medicalización de la vida, la mercantilización de la salud. Aunque está escrita hace muchos decenios tiene plena actualidad. Por tanto, celebro que se haya representado esta obra, y que se haya hecho de la manera que se ha hecho, SIN UN DURO y de una manera colaborativa, altruista y con corazón. Pero se ve que a pesar de todo hay gente que estas cosas no les gusta. Tampoco pasa nada...
Conflicto de interés: soy amigo de los organizadores y conozco a muchos de los artistas-profesionales, a los que admiro por su trabajo asistencial cotidiano.
Gracias
mv gomez dijo...
Soy médico y actriz en la polémica obra; apenas conocia a Antonio antes de embarcarme en este para mí genial proyecto; es la primera vez que entro en este blog, puedo estar o no de acuerdo con algunas de los puntos de vista de los temas tratados pero desde luego que todo ello me hace reflexionar y replantearme aspectos de mi labor profesional y de eso se trata y es lo que hemos pretendido con esta obra de taatro y si alguien se siente tremendamente ofendido quiás deba preguntarse ¿POR QUÉ?
mv gomez dijo...
soy medico y actriz de este para mi genial proyecto. Apenas conocia a Antonio antes de embarcarme en este trabajo teatral y es la primera vez que entro en su blog y pedo estar de acuerdo con muchas publicaciones y con otras no tanto , pero todas ellas me han hecho replantearme aspectos de mi labor diaria; y de eso se trata de que nos reevaluemos, nos replanteemos cosas que pueden estar cambiando,tener distintas versiones para poder elegir, ver los riesgos que corremos de seguir siempre mirando en la misma direccion. Os puedo asegurar que esa ha sido en todo momento la filosofia de este proyecto; no puedo entender que alguien después de ver la obra se pueda sentir agredido y de verdad sin animo de ofender si alguien se ha sentido personalmente agredido quizas deba preguntarse ¿POR QUÉ?

lunes, 20 de agosto de 2012

Colecho, abrazos y besos.


Héteme aquí intentando actualizarme,  leyendo una de esas páginas imprescindibles como es pediatría basada en pruebas, y me encuentro otra vez con el manido tema del colecho. Se pregunta Javier en la entrada, con muy buen criterio, si no habrá un sesgo de interpretación en función del grupo de estudio al que pertenecen los autores de los artículos. Indudablemente, existe un conflicto, si no de interés, si de circunstancias, que afortunadamente se declara implícitamente al firmar cada cual sus conclusiones indicando a la secta al grupo al que pertenece.

Yo, que no pertenezco a ninguno de los dos grupos, leo, con no poco espanto, lo que dice el primero: "Con la evidencia disponible no se puede asegurar que el colecho sea una práctica segura". Dicho así, en lenguaje propio de sala de tribunal, el colecho podría resultar tan peligroso como freir un huevo, salir a pasear en bici, ir a la playa, saltar a la comba, abrazar y besar a tus hijos o dormir con bata de guata, pues ninguna de estas actividades se han evidenciado que sean seguras. ¿Os ha llamado la atención lo de los abrazos y besos? Pues pensad en un hijo con osteogénesis imperfecta o pensad que mediante el contacto le podéis transmitir la gripe aviar (es un decir simplemente para evocar las enfermedades contagiosas). ¿Se proscriben los abrazos y besos en general o se deben dar con prudencia y sentido común?

Parecen haber olvidado que cuando se da un consejo a una familia para que cambie una actitud, se deben dar dos circunstancias básicas:

1.- Que lo que hacen se haya demostrado que sea perjudicial. Y esto, no se ha demostrado para el colecho. O dicho de otro modo, los padres no tienen que demostrar que sea seguro, ni la ciencia tampoco. Así, por la misma regla, tendríamos que desaconsejar casi cualquier movimiento, que no se haya demostrado que sea seguro, al mismo tiempo que desaconsejaríamos fervientemente la inmovilidad, que tampoco está nada claro que sea segura. ¿Es seguro abrazar y besar a un hijo?

2.- Lo que se aconseja en su lugar es seguro y beneficioso: el no colecho no ha demostrado tampoco ser seguro y beneficioso, sino más bien se han demostrado los beneficios del colecho, al menos para un grupo de población que son los amamantados al pecho.

Si no, mejor callarse la boca y no dar consejos gratuitos (si son de pago es otra cosa).

Dicho lo anterior, voy a intentar hacer una secuencia lógica, que no basada en la evidencia:

1.- La lactancia materna ha demostrado beneficios en la salud a corto, medio y largo plazo, tanto del bebé como de su madre.
2.- Cualquier cosa que prolongue la lactancia materna debe considerarse que tiene los mismos beneficios que la propia lactancia materna.
3.- Cualquier cosa que acorte la lactancia materna provocará un perjuicio en la salud a corto, medio y largo plazo, tanto del bebé como de su madre.
4.- Desaconsejar el colecho provoca un perjuicio en la salud a corto, medio y largo plazo, tanto del bebé como de su madre.
5.- El colecho debe practicarse por padres motivados (no se trata de "aconsejar" el colecho, sino de "no proscribirlo"), no fumadores, no bebedores, no consumidores de sedantes u otras drogas y nunca en el sofá.
6.- Los abrazos y besos deben ser dados únicamente por familiares y amigos, con consentimiento (no hace falta que sea escrito) del abrazado y besado, en condiciones de buen aseo personal (manos, brazos, boca, pelo, ropa), no sea que le peguemos desde piojos, pulgas, chinches y garrapatas hasta la gripe aviar, y con una fuerza proporcionada a la capacidad de aguante de la persona abrazada (cuidado de no abrazar a un recién nacido con la misma fuerza y dandole dos manotazos en la espalda como si fuera tu compadre). En cuanto a los besos, hay que tener en cuenta de quien hablamos para desaconsejar o no los besos en la boca o con lengua, lo que requeriría una entrada específica que voy a titular "medicalizando los besos". Pero esa no la voy a hacer hoy... hoy no... ¡maaañana!

Para finalizar me vuelvo a preguntar lo que otras muchas veces me he preguntado: ¿No estaremos medicalizando mucho el sueño? ¿Acabaremos por enseñar a todo el mundo a dormir, a respirar, a hacer pipí, a hacer caca, a beber, a comer, a besar o a abrazar, porque nuestros mecanismos innatos de regulación de todas estas funciones básicas han resultado imperfectos tras un millón de años de evolución?¿Solo a los que tienen un sueño patológico? ¿Donde están los límites basados en la evidencia del sueño fisiológico y patológico?

Mi consejo final: besa, abraza y colecha con sentido y sensibilidad, porque hay cariños que matan.


lunes, 16 de julio de 2012

Los peligros del extremismo de moda.


"No ser ya tentado más que por el más allá de los... extremos."

EM. Cioran. "Ese maldito yo"


No creo que sea malo ir, de vez en cuando, a hacer una visita a los extremos. Incluso en la delibracion etica, es necesario identificar los cursos extremos de accion, los mas radicales, los non plus ultra, los rien ne va plus. Yo creo que los extremistas habituales, los que lo hemos sido siempre, os hacemos un favor, mostrándoos los extremos, porque,  solo visualizando los extremos, se puede ver TODA la gama de grises. Cuando de entrada solo ves el gris medio, eres como un burro con orejeras que solo distingue un unico camino.

Los extremistas mereceriamos un monumento, un monumento sin extremismos, tal vez un monumento verbal, pues, sin extremos, la sabiduria de los tonos medios ("en el centro está la virtud") no seria tal, al igual que el burro con orejeras no es sabio por seguir el unico camino que ve.



Ser capaz de ver los extremos, verbalizar los extremos, no significa vivir en los extremos. Los extremistas habituales, estamos familiarizados con los extremos, paseamos de uno al otro sin grandes aspavientos, sin detenernos en la escala de grises si hace falta. Pasamos de la revolución a la apatía absoluta. Pero, para descansar, preferimos los tonos medios, pues al lado del extremo, solo hay "el más allá", el abismo, el no ser, el dejar de existir, que también nos tienta, pues supone el descanso perfecto y absoluto. Pero hoy no, ¡Maaaañaaana!


Sin embargo a los grises, les molesta muchisimo que alguien, muestre o nombre los extremos. Se rasgan sus grises vestiduras. Ellos se pierden todas las gamas de gris que van desde sus grises hasta la luz y la oscuridad absolutas.


Perdonad la disertacion filosofica, pero la creo necesaria, porque solo los que siempre fueron grises cuando se instalan en el extremo, se quedan a vivir para siempre, deslumbrados por su luz o cegados por su oscuridad, al borde del abismo, a riesgo de un traspiés...


Actualmente percibo el riesgo de que una gran parte de la poblacion en general y de los profesionales sanitarios en particular, que siempre han sido grises, se vayan a vivir a los extremos, pero no al mismo extremo, sino a extremos irreconciliables...


miércoles, 4 de julio de 2012

¡MUERTE A LA VOCACION!


"No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos minan tan meticulosamente como el Tiempo."

EM Cioran. 

Cada vez que leo esta frase de este juglar del declive, me viene a la mente la palabra vocación, y siento una mezcla de náusea, rabia, frustración y cólera.

Los médicos llevamos mucho tiempo vistiéndonos con ella como si de un cilicio se tratase. Sólo para hacernos daño, pues no vendra un ente superior a recompensar tal sacrificio.

Los usuarios la utilizan a modo de gota china, que parece inofensiva pero quiebra la voluntad de quien la sufre. Poco menos que demandan nuestro agradecimiento por dejar que "les pintemos la cerca".

Las empresas públicas, y sólo conozco al Servicio Andaluz de Salud, la enarbolan a modo de látigo amenazante en cuanto se escucha el menor lamento. De esta forma, en nuestras propias filas aparecen los que llevan el cilicio más ceñido y con más púas, que no conformes con ceñírselo, pretenden que los demás nos lo ciñamos con igual fuerza y fé.

¡Ya está bien! ¡Basta ya de tanto estúpido eufemismo!

Lo que sentimos cuando éramos jóvenes e ilusos, podía ser llamado vocación. Los que pueden seguir llamando a su trabajo vocación, no están leyendo esto. Están sin línea ADSL en un campamento en Sudán, en Haití, en Guatemala..., o terminada su consulta (su trabajo), van a dar rienda suelta a su vocación a los barrios marginales o abren una consulta gratis por las tardes (o las mañanas si eres pediatra joven en Madrid -eso tengo entendido-) para inmigrantes sin papeles, pues su VOCACION, los lleva en volandas al lado de los más débiles, de los que más los necesitan, de los que enferman muy a su pesar y no tienen medios con que combatir su enfermedad.

Pagando a Tom Sawyer por pintar la cerca.
Sin embargo, nos está bien empleado este justo castigo, por el vituperio que supone el empleo de la palabra vocación en nuestro medio. 

Nosotros, los que trabajamos en una empresa pública y cobramos un sueldo, deberíamos proscribir de nuestro vocabulario, como deberíamos proscribir cualquier otro eufemismo, la palabra vocación. Deberíamos quitarnos el cilicio, comprarnos un paraguas y soltar una patada en la entrepierna al que la enarbole como látigo.

Quemad la bata santa y enfundaros el mono de trabajo, porque como trabajadores nos trata la administración y como trabajadores "privilegiados" nos tratan los usuarios por los que sentimos esa perniciosa advocación. Mientras ellos nos desdeñan y aplauden cada uno de los latigazos que nos da la administración. ¿Veis a muchos usuarios indignados por los recortes que recibimos? No lo están porque se creen a salvo bajo el paraguas de nuestra advocación.

Estoy harto de leer escritos de protesta en los que lamentamos los recortes, mientras decimos que procuraremos que estos no afecten a la población. ¿Y como se hace eso? Si en un centro con 10 médicos interinos en Andalucía se va a recortar un 10%, es decir, se va a quedar con 9 ¿Como van a atender igual que antes? ¿Lo harán más rápido? ¿Van a hacer horas extras sin que se las paguen? ¿Renunciarán a su descanso reglamentario? ¿O es que es cierto que los médicos están mano sobre mano media mañana y simplemente nos podemos permitir el lujo de echar a la mitad a su casa? ¿Y que ocurrirá cuando se vayan de vacaciones y uno se ponga enfermo? ¿Renunciarán llevados por su vocación a las vacaciones? ¿Iran a trabajar con muleta, escayola y mascarilla para no contagiar a sus "protegidos"? Quizá debamos dejar que cada uno pinte su trozo de valla y si a mí me piden que pinte sólo el 90%, tendré que hacer ver a los usuarios que es asunto suyo pintar el 10% que resta, o que se quede sin pintar. Tal vez de esta forma los usuarios, en lugar de ver una cerca reluciente, vean los desconchones que aparecen por doquier en el Sistema Sanitario Público Andaluz y que los médicos, no sólo no podemos pintarlos ya, sino que gritamos ¡Ya está bien de pintar lo que otro desconcha y nadie se preocupa por mantener!

La vocación no puntúa en bolsa ni en traslados u oposiciones.  No te es valorada en la carrera profesional ni existe el "complemento vocacional". Nuestros hijos no comen vocación, ni al matricularse en sus estudios les harán un descuento por vocación paterna o materna. Tampoco el Servicio Andaluz de Empleo o la bolsa de trabajo del SAS va a puntuarles para que encuentre antes un trabajo en agradecimiento a la vocación de sus padres. Es más, cuando el fontanero viene a nuestras casas no podemos aludir a su "vocación" (que puede tenerla) para que nos haga una rebaja, que para eso disfruta con su trabajo. Los tiempos de Tom Sayer en los que los ingenuos pagaban para "disfrutar" pintando la cerca, podrían estar nuevamente a la vuelta de la esquina si no gritamos ¡Muerte a la vocación!




"Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos."

EM Cioran.



jueves, 3 de mayo de 2012

Los tontos de urgencias y los recortes.

A través del Facebook acabo de tener noticias de una entrada en el blog medicoacuadros, y no he podido resistirme a comentarlo. Yo soy asín! actúo a impulsos. El caso es que se me quedaba pequeño el recuadro de comentarios y me he decidido a hacer otra esporádica entrada en mi blog, que perdió hace tiempo su objetivo de evitar el actual desastre una vez comprobado que el desastre ya está aquí.

Pero el caso es que en ese blog se presenta a los médicos de urgencias como un colectivo agraviado y perjudicado seriamente por estos recortes y aquejados de una desastrosa macrogestión de la sanidad en general y de los servicios de urgencias en particular, insinuando que son tan buenos que son "tontos", etiqueta esta muy frecuente de colocar a distintos colectivos médicos. ¿O con tontos se refiere a los pacientes? Sea como sea, se ve que mal de muchos...

Sin embargo, yo sólo estoy parcialmente de acuerdo con esos lamentos y me gustaría decirles a los médicos de urgencias que no se pregunte que pueden hacer los demás por ellos y se pregunten de una vez que pueden hacer ellos mismos. Dicho así, suena nuevamente como si los médicos de urgencias formasen un colectivo agrupado y cohesionado que pudiese hacer algo, pero eso, no es así. Una gran parte de los médicos de urgencias, están allí de paso y no terminan de asumir que nadie va a ir a gestionarles sus consultas, como nadie va a gestionar la del traumatólogo, la del médico de familia de atención primaria o la del pediatra, pero con la diferencia de que en urgencias hay muchos médicos que pasan por la misma consulta y que ni siquiera un mismo médico se sienta siempre en la misma consulta. Y digo que están de paso, porque muchos son residentes de las variopintas especialidades que se formen en el Hospital, así que no es exagerado decir que están de paso y se implican poco en arreglar la situación. Otros muchos son Médicos de Familia que pueden estar porque les gusta o porque no encontraron mejor sitio. También hay Internistas que los pobres lo tienen fatal para encontrar trabajo de "lo suyo". Y hete aquí que nadie asume que aquella consulta es suya y la tiene que gestionar y mucho menos el grupo asume que las consultas son suyas y entre todos podrían gestionarlas. Así que la mayoría de veces se limitan a echar balones fuera: algunos balones los colocan con precisión y acierto en observación, otros ingresan, otros son correctamente valorados, resuelta su situación urgente y devueltos a su médico ¿Pero que ocurre con esa avalancha de balones que les llegan y que ellos mismos reconocen que no les deberían llegar? ¿Que ocurren con esas pseudourgencias? ¿Con esos abusuarios? ¿Que ocurre con esos que solo acuden si no hay un Madrid-Barcerlona, un Sevilla-Betis o un Atletic-Real? pues también balones fuera, pero estos los suelen despejar fatal, dejándoselos a los pies del delantero que vuelve a chutar una y otra vez, hasta que se hacen clientes-amigos-conocidos de urgencias que saben perfectamente por donde chutar y marcar gol.

Yo sólo tengo una experiencia en urgencias de 10 años y lo dejé hace 12 porque ya veía que allí no había ningún equipo: desde el portero al delantero centro, todos estaban metidos en la portería y se limitaban a tirar balones fuera. Es más, es como si la portería única estuviese dividida en porterías pequeñitas y todo el mundo pasaba de si los balones entraban por la portería del compañero. Lo importante era defender la propia despejando si era preciso o marcando goles en propia meta siempre que no fuese por su "miniportería".

¿Que como se despejan los balones?

0.- Partamos de hacernos una pregunta. Si consideramos que urgente es todo lo que el paciente cree que es urgente ¿Quien es el responsable de que los pacientes consideren que es urgente cosas que desde el punto de vista médico no lo son? Supongamos que llegan al convencimiento erróneo de que una situación que realmente no sería urgente para ellos lo es ¿Quienes creéis que  los podrían convencer de lo contrario? ¿El político? ¿El vecino? ¿Su médico? ¿El ticket moderador?

1.- Reconozca usted su ignorancia sobre la mejor actitud a tomar ante una situación no urgente y aconséjele que pida cita con su "experto" médico. ¿Acaso te ha dado tiempo a leer las ultimas recomendaciones del SIGN sobre el diagnóstico y tratamiento de las amigdalitis? ¿Tratarás la otitis como los suecos, como los italianos, como los ingleses o como los españoles? ¿Que harás con la sinusitis? ¿Actitud expectante? ¿Antibioterapia? ¡QUE LO DECIDA SU MEDICO! Tu de lo que entiendes es de insuficiencia respiratoria, de fallo renal, de infartos, ictus, sepsis... ¿Que hace el médico de atención primaria que no sabe como diagnosticar o tratar un cuadro determinado? ¿Derivarlo al especialista? ¿Y si vosotros hacéis lo mismo? Claro, para eso, habrá que aprender a reconocer las limitaciones de conocimientos.

2.- De siempre indicaciones claras y por escrito de cuales son las situaciones que podrían justificar una consulta en urgencias adaptadas al contexto de la consulta concreta que se hace: instrucciones sobre signos de alerta en la fiebre para el que consulta por fiebre banal en lugar de inducirle una fiebrefobia, instrucciones sobre signos de alerta en el TCE para el que consulta por un TCE banal, en lugar de hacerle una Rx.

2.- No pida pruebas complementarias que no pediría si su paciente estuviese a 50 Km del hospital y tuviera que ir a él para hacérselas. Los libros de medicina no distinguen esta situación, porque si un paciente que diste 50 Km del hospital requiere de un hemograma urgente, se derivará, pero si un paciente está en el hospital y usted no lo mandaría al hospital para hacerse un hemograma desde 50 Km, no se lo haga. Usted le está diciendo al paciente: "venga usted al hospital, porque aquí, esté indicado o no, le haremos lo que usted quiera aprovechando que tenemos". Y quien dice hemograma, dice Rx de cráneo para traumatismos banales, Rx para diagnosticar sinusitis, Rx para diagnosticar neumonías adquiridas en la comunidad que no tienen criterios de ingreso, Rx a todo aquel que se haya tronchado algo, desde el tobillo a una oreja... En nuestro país, si está indicado hacer una radiografía en una situación urgente, la radiografia se hará independientemente de la distancia a la que quede el servicio de radiodiagnótico, porque para eso hay P10, ambulancias y servicios de urgencias debidamente dotados. Pero si alguien encuentra  alguna revisión basada en la evidencia sobre pruebas complementarias indicadas en función de la distancia, me gustaría saberlo. Muchos "urgenciólogos" dicen que es que están "disponibles" y yo le digo: vosotros si que estáis "disponibles" a tiro de P10 o ¿Es que crees que los pacientes que viven a 50 km si quieren hacerse una radiografía no saben donde queda el hospital? o ¿Crees que me pelearé con ellos para no mandarlos para que luego cuando vayan por su cuenta le pidas una "plaquita"?

3.- No induzca fiebrefobia. Es muy frecuente que la familia que acude al hospital con un niño con fiebre perciba lo siguiente:

 a. Me han preguntado primero cuanta fiebre ha tenido y no que otros síntomas tiene. No lo sabía, pero seguro que por cada décima que suba el termómetro, la cosa debe ser tanto más grave, independientemente del estado general que tenga el niño y del resto de síntomas.

b. Luego me han preguntado si le he dado algo para bajarle la fiebre. Esto debe querer decir que es muy importante bajarle la fiebre.

c. Le han puesto el termómetro nada más llegar a pesar de que yo les decía que se lo acababa de quitar antes de venir y tenía 38.5º. Hay que vigilar la fiebre constantemente.

d. A pesar de que les había dicho que le había dado paracetamol hacía media hora, como han visto que seguía teniendo 38.5º le han dado ibuprofeno. Luego, hay que luchar con todos los fármacos que sea preciso para conseguir que la fiebre baje (debe ser malísima), cosa que debe hacer antes de media hora.

e. A la media hora de darle el ibuprofeno, le han vuelto a tomar la temperatura. Las conclusiones de los apartados c y d son correctas.

f. Como tiene 38º le han dado un bañito con agua tibia. Se ve que incluso temperaturas relativamente bajas deben ser muy perjudiciales para la salud y hay que bajarla a toda costa.

g. Aunque me han dicho que no se le ve nada importante, le han pedido unos análisis, además los he visto preocupados tras el baño porque estaba muy irritable (no se quería bañar) y tenía una cosa que se llama "cutis marmorata". Esto quiere decir, que aunque yo crea (y yo no tengo ni idea de medicina) que mi hijo no tiene nada importante, ¡LO DEBO TRAER SIEMPRE QUE ESTE CON FIEBRE A URGENCIAS! puesto que en el centro de salud no hacen análisis urgentes. Además, hay que bañarlo y si llora o si tirita o se le pone la piel así, tengo que traerlo zumbando (vamos que no hay ni que perder el tiempo en ponerlo en la sillita de seguridad del coche -caso reciente real de desenlace no fatal de milagro-).

h. Aunque el análisis no tiene nada, tiene aún 37.5º y me han dicho que me espere en la sala de espera a que se le termine de bajar antes de irme de alta. ¡Pero que buenos que son estos médicos de urgencias! ¡No le darán el alta hasta que no lo curen!

Claro, luego pasa lo que pasa... la voz se corre... la rumorología la confirma el vecino que un día también fue con su hijo e hicieron lo mismo, y las urgencias se acaban por convertir en lugares donde ¡Se cura la fiebre!

Eso sí, cuando los pacientes acuden 3 horas después de darles el alta porque la fiebre ha vuelto a subir nadie en urgencias se explica como los padres pueden preocuparse tanto y ser tan abusones o ¿Tan tontos?

¿Pero que puede hacer un médico de urgencias sólo ante esto, cuando el resto de sus compañeros no parecen dispuestos a cambiar y solo miran la hora a la que acaba el turno mientras despejan un balón a rayos otro a laboratorio con la esperanza de que desde allí tarden en despejarlos lo suficiente para que el turno acabe? Tal vez lo único que quede es hacer lo que hice yo: largarse de urgencias y esperar (en un sillón bien mullido y cómodo) a que los políticos los arreglen.

Tras la lectura de esto, seguramente los urgenciologos en lugar de hacer autocrítica (esto es una invitación a hacerla -quien la tenga que hacer y quiera hacerla-) se rasgarán las vestiduras y dirán: este tío no conoce las urgencias. Pero se equivocan: las conozco al dedillo como médico de urgencias que fui, como médico que les deriva pacientes y recibe informes de alta a fecha de hoy, como familiar y amigo de enfermos (algunos racionales y otros abusuarios -de esto no está libre ninguna familia ni ningún círculo de amistades-) y como usuario de a pie que escucha los comentarios de los que esperan al lado.

Y no me resisto a decirles a mis "compañeros" de urgencias una cosa: en la penúltima epidemia de gripe, cuando se hacían campañas publicitarias incitando a los pacientes a no ir a urgencias sino a su médico, ningún médico de urgencias se indignó, porque ese balón no iba dirigido a su portería ¿Hay que ir con gripe al médico de familia o al pediatra de atención primaria?  Pero los de primaria también sabemos despejar y con el primero que fue con gripe a urgencias y le hicieron un hemograma y un tórax, tiraron a la basura toda la campaña y nuestras consultas quedaron libres de los clientes-amigos-conocidos de urgencias. Y en esa ocasión no se le podía echar la culpa a los demás...

Para acabar, declaro mi conflicto de interés: actualmente veo los toros que van a urgencias desde la barrera.


martes, 17 de abril de 2012

Indignacion tardia


Los tardoindignados no dejan de asustarnos con los recortes en sanidad que vienen. A mi me daba miedo desde principios de 2008, cuando veía el cáncer del gasto innecesario como iba acabando con los recursos, sin que nadie se preocupase de "15s" ni de "9s" "Ms".

Ahora, con el cáncer extendido, esto creo que esta para paliativos y no para ensañamiento terapéutico, con jornadas de huelgas y movilizaciones que YA solo contribuyen desde mi punto de vista a prolongar la agonía aumentando el sufrimiento. Hace tiempo que en PEDIAP propuse adoptar una actitud de "limitación de esfuerzo terapéutico" y emprender un nuevo enfoque en el que el copago podría ser una especie de tratamiento paliativo. Pero la mayoría se rasgo las vestiduras en sus contestaciones o en sus silencios.

Pero entiendo estos movimientos que abogan por sostener al enfermo a toda costa, si entiendo que creáis que el enfermo se puede salvar. Pero ¿Acaso no creen lo mismo todos los que se ensañan terapéuticamente? Bueno, no. Algunos son mas egoístas y solo piensan "este no se muere durante mi guardia" y lo acribillan para que en lugar de morir a las 6 muera a las 9 de la mañana. Y quien dice una hora, dice una legislatura.

Y quien dice morir (que este enfermo del que hablo no es que crea que esta para morir), dice amputar (y a este enfermo si que creo que hay que amputarle todo lo que esta necrosado, podrido o pudriéndose, para no tener que llegar al extremo de tener que cortar "por lo sano"). Aunque visto lo visto y lo que se esta retrasando la amputación por el "clamor popular", me temo que la amputación final va a ser mayor de la que habría sido si se hubiese hecho a tiempo.

Así que si hay que amputar, por favor amputen ya de una p... vez todo lo que huele ya mal: recetas de pensionistas para menores de un año, diversas agencias y empresas públicas duplicadas, triplicadas y cuadruplicadas, que solo se encargan de cargar los serones de esta tremenda "burrocracia", eliminen asesores dedicados a tramar nuevos programas que jamás florecerán pues nunca tendrán recursos para su financiación, recetas de la Junta de Andalucía para menores de un año y para medicinas de INEFICACIA DEMOSTRADA (hablo de Andalucía porque es lo que conozco, pero despilfarro putrefacto lo hay en otros lares), cobren en urgencias y en centros de salud a todo aquel que desee ser atendido "urgente" una vez pase por triage si se determina que su prioridad no requiere de asistencia "urgente", implanten un número limitado de consultas gratuitas al año, al mes o al menos al día, cobren por los programas de "supervisión de la salud" que no hayan demostrado eficacia o sencillamente elimínenlos. Cobren por los avisos domiciliarios injustificados, cobren por las citas a las que no se acuda y no se anulen (estilo reserva de hotel). Eliminen de una p... vez toda esta fachada de cartón piedra de mantenimiento costosísimo y quedémonos con la estructura sana del sistema sanitario público.

¿Que hay otros sitios que no son la sanidad donde recortar antes? Pues no, no estoy de acuerdo. Todo lo que he dicho que hay que recortar hay que recortarlo ya, AL MISMO TIEMPO que los otros recortes, pero no hay porqué esperar más tiempo con la cantinela de que "antes que recortar en sanidad hay muchas otras cosas que recortar". De antes, nada: AL MISMO TIEMPO, o la amputación tendrá que ser mayor, afectando al tejido sano, al que funciona, al que es eficaz, al que necesitamos para asegurar una supervivencia digna.

Perdonad la reflexión en voz alta, pero no puedo evitar indignarme cuando hablan los "tardoindignados" a los que la indignación sólo les ha llegado cuando han visto que los próximos en la lista de quirófano son ellos.